jueves, 25 de octubre de 2007

Sólo cinco minutos



A veces todo resulta tan confuso... creo estar encerrado en una pecera en la que no paro de dar vueltas y vueltas y no me lleva a ningún sitio, acabo tan mareado y cabreado por no encontrar otra compañía que buceadores de plástico y castillos solitarios en el fondo de mi prisión de cristal. Tan, tan confuso... mil pensamientos rondan mi mente a cada minuto, segundo y milésima, sólo entran, ninguno sale, quizá deba pararme cinco minutos respirar hondo, muy hondo y reflexionar sobre todo, absolutamente todo.