lunes, 28 de enero de 2008

Sentimientos

Desgraciadamente nunca me gustaron las despedidas, y menos las de algo tan inmaterial como son los sentimientos. Un día de copas en el pico más alto de mis sueños juré a mi compadré corazón no sentir nunca más, encerrarme en mi burbuja de felicidad, pero pronto mi otro compañero de penurias, el hígado, me dijo que no lo hiciera, que el que siempre salia perjudicado por mi culpa era él, por refugiarme en bares en los que nunca debí entrar. Al final los dejé a los dos peleándose y me fui lejos de ahí con la cabeza agachada buscando mi moneda de la suerte, no tardé en encontrarla, pero la mala sombra se cebó de nuevo sobre mi, esta moneda no tenía ni cara ni cruz, aquí no vale todo, ni todo es blanco ni todo negro.

viernes, 18 de enero de 2008

Reyes de corona de piedra

Desde las catacumbas de una catedral cualquiera te observan hombres de tiempos antiguos, reyes del pasado que dominaban el mundo, reyes que después de siglos tienen el poder de la inmortalidad. Reyes de corona de piedra que nos observan desde su cama de mármol viendo como sus súbditos ya no hacen reverencias ni le rinden pleitesía.
Tiempo caduco para reyes marchitos...

miércoles, 9 de enero de 2008

Rozando el cielo


Lo reconozco, no soy tan valiente como quiero aparentar, sufro muchos miedos, y uno de ellos es el vértigo, me aterra subir a la cima, mirar abajo y ver como las cosas van tan rápido que no me da tiempo a reaccionar, subir tan alto que tu figura apenas se distinga.
Estar a tal altura hace que la presión del aire me haga alucinar y obviar los sentimientos para dejarlos a un lado y solo pensar en la supervivencia.
Tengo tanto, tanto miedo...
Pero todo aquello queda atrás, cuando por fin llego a la cima, y al llegar a ella descubro a las estrellas, el Sol y la Luna, y también los paisajes de los que me hablabas en tus sueños, la inmensidad del mar, la grandeza del cielo, la nieve arropando a las montañas. Todas, todas las maravillas menos una...