domingo, 10 de febrero de 2008

Tus armas de mujer

Confió en ti, quizá sea un error, no es la primera vez que me equivoco contigo, ni la ultima que me traicionarás al darte una segunda, tercera y cuarta oportunidad, pero yo soy así, nací para sufrir, para apostar mis sueños a la ruleta rusa, soy tu ludópata de amor.
Tengo fe ciega en ti, y me creo las mentiras que me dices, cuando mirando por la ventana me juras que nunca me abandonaras, que siempre serás aquella niña que conocí una noche sin luna en un agosto sin calor.
Abro mi corazón y te doy la espalda, esperando a que termines con mi sufrimiento, a que acabes conmigo, utilizando tus armas de mujer que tan bien sabes manejar para darme y quitarme la vida, con una sola palabra, con un solo gesto, con un solo desprecio.

lunes, 4 de febrero de 2008

La respuesta estaba en el cielo

La incertidumbre que gobierna cada uno de mis pensamientos me llevó al grave error de buscar respuestas sin pregunta en antiguas creencias desfasadas. No encontré contestación ninguna, estuve horas mirando al cielo, esperando esa señal divina que me dijera lo que debía o no debía hacer, pero él no decía nada, sólo me miraba con ojos risueños. Entonces el cielo finalmente habló, me dijo que la respuesta estaba en él, en sus nubes, en su brisa, en su infinita belleza... pronto entendí que el cielo eras tu y que por eso tenía las respuestas a todas mis preguntas.