viernes, 5 de junio de 2009

Tres tristes tigres

Otra vez la misma sensación de miedo, otra vez la misma sensación de enfrentarme a los reproches de mi alma, otra vez aguantar todos aquellos fantasmas. El camino acaba, otra vez, y está vez no hay más sendas que elegir. Sé que no está todo el pescado vendido, que aun seguiré vinculado a la ciudad que me presentó a la encarnación del amor, la ciudad que me enseño a sentir, la misma que me enseñó a echar de menos a los míos… Como decía, sé que volveré. Irremediablemente algo de Valencia corre por mis venas, y no, no es horchata precisamente. A falta de una semana que acabe todo, o al menos casi todo, veo que el final ha llegado. Valencia para mí, es el proyecto empezado que nunca continué, es mi miedo a cazar luces, mi sentimiento de ser alguien muy, muy pequeño.
Tengo la esperanza de volver a ser un nombre a pie de página, de volver a tener la misma ilusión que había en mis primeras fotos, de gritar al viento “soy fotógrafo” sin tartamudear al decirlo. Tengo la esperanza de que todo esto pase cuando mi universo gire entorno a otros universos distintos.
También tengo ganas de que la cámara me deje de pesar, cada vez lo hace con más fuerza, ganas de dejar de pensar que defraudo a tanta gente, ganas de ganarme la vida con esto, y dejar atrás tantos trabajos de mierda.
Lo peor de todo que las llaves del éxito las tengo yo, nadie como yo sabe lo que tengo que hacer para alcanzar mis metas, lastima que mis pensamientos están asustados por el futuro, y temen salir de mi boca.
Volveré, sé que volveré, cuando todo esto acabe, cuando la inocencia del primer día retorne a mí, cuando los mil proyectos que tengo en la mente, quieran ser escuchados por mí mismo, cuando empiece a creer, todas esas cosas que los que tengo a mi alrededor me dicen, volveré en forma de fotografía, o quizá de pintura, puede que de poema, o tal vez vuelva reencarnado en idea, pero sé que volveré, pero antes necesito tiempo, necesito despojarme de todo lo aprendido, necesito despejar ideas, viajar, romper cadenas, darme cuenta de mis defectos, pero sobre todo de mis virtudes, necesito pensar, pensar en mí y en quienes me rodean, ser feliz con ellos…
De hecho tengo la impresión de que escribir este manifiesto caótico ha sido el primero de los peldaños que he subido para volver.
Dentro de poco veréis al verdadero David.

8 comentarios:

  1. Intuyo que TU estas ya entre cada línea respirando más libremente.

    Un abrazo y que ese porvenir que esta en tus manos...se te derrame y sonrías mucho David.

    Un biko y disfruta estos días!

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  2. Tengo la gran suerte de acabar de de decirte lo que pienso de todo...Libre, pero a tu manera

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  3. Gritale al viento quien de verdad eres y demuestra lo que vales a dónde quiera que vayas!!.Seas fotógrafo,actor o poeta!!.Siemrpe te apoyaré!Un abrazo hermanico!!

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  4. Mi pequeño de alma con su piel canela¿te acuerdas de esa canción?.Tendrás la luna iré cualquier noche a por ella.Pero ahora sé que eres suficiente fuerte para tú cogerla.
    ¡TE QUIERO!

    Amparin.

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  5. Le llaman por venir, porque está por llegar, porque no llega nunca...pero tú sabes que si tu quieres llegará...

    Saludos

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  6. Jo me he quedado un poco mal al leer tu post, no sé, me siento un poco culpable y ciega a la vez.

    Culpable de no haber sabido aprovechar más el tiempo contigo en esta casa y ciega por no ver que el volver no es de cobardes si no de sabios, ya que lo que uno tiene que pretender alcanzar es la felicidad y es precisamente lo que tú estás intentando.

    Aunque suene a despedida, que no lo es, gracias por estos dos años de risas, de sustos pero sobre todo de convivencia.Te quiero.

    Nube de Pegatina.

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  7. Hola!, David, me ha gustado tú comentario, es como un monólogo contigo mismo, aveces... todos nos quedamos un poco atrapados en el niño que llevamos dentro, con nuestros miedos, nuestros indecisiones, pero a la vez, esto nos hace crecer interiormente, me ocurre algo parecido, cuando me encierro en mi mundo interior, con mis, indicisiones, mis juguetes "mis bicicletas" etc., aveces se tendría que exteriorizar un poco más, porque si no te encuentras atrapado en un mundo interior rico en vicencias, y un mundo exterior un tanto vacio siempre visto a distancia, desde su lado crítico.
    Ese es el mundo de los artistas, de los creadores, pero... cuanto han tenido que sufrir para llegar
    al éxito

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  8. Te dejo un bikiño de puntillas y sonrisas para este fin de semana David.

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