


La magia de la fotografía reside en esa lucha constante que mantiene con el tiempo, la fotografía consigue que por un momento olvidemos que el tiempo pasa más deprisa de lo que creemos, y nos transporta a tiempos pasados, en los que generalmente fuimos felices, (no creo que muchos tengan fotografías del entierro de familiares y sucesos traumáticos), pero eso son otros menesteres.
Hace medio año volví con el rabo entre las piernas a Alicante, a veces hay que traicionar al corazón y seguir lo que la cabeza, y en mi caso, la tarjeta de crédito, te guíe. Como dije, hace medio año que volví de Valencia, y parece que fuera hace una eternidad. Allí pasé de ser un niño a un hombre, aprendí a convivir, le di alimento a mi coco, falto de motivaciones hasta ese momento, encontré a la otra mitad de esta naranja partida, dónde sino encontrar a mi otra mitad que en Valencia, tierra huertana donde las haya, aprendí a creer que los sueños pueden hacerse realidad, y también aprendí, aunque esto último fue lo que menos me gustó, que para crecer hay que rechazar muchas cosas y personas que quisiéramos tener para siempre.
Hace seis meses volví a Alicante, hace unas semanas pasé un fin de semana en Valencia, hace diez minutos estaba viendo fotos de aquel piso, de esa suma, nace esta entrada.
Es la segunda vez esta semana que veo el cubo de ropa ese naranja xD
ResponderEliminarHacía tiempo que no me pasaba por aquí, muyayo, anímate más que siempre gusta leerte, le das ese toque especial a las palabras que sólo un artista puede...
;-P
Fin de tan bonita etapa,que nunca olvidarás.
ResponderEliminarSin duda se abre una nueva a causa de la pasada.
Un beso!
Aunque los desequilibrios de mi mente me hagan pensar lo contrario sé que esta etapa nos hará seguir creciendo...Que malo eso de acostumbrarse a lo bueno. Y estoy contigo en lo malo que es dejar atrás gente que te llena..
ResponderEliminarT'estimu :)
queremos ma fotos, no te aplatanes
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