


El caso es que llevo mucho tiempo detrás de esta cámara, y claro, tarde o temprano tenía que caer, en verdad no voy a ser hipócrita, porque yo buscaba el modelo AE-1, pero debido a la diferencia de precio y a que son practicamente iguales, salvando diferencias, al final me decanté por esta. Llevo varias semanas volviéndome loco buscando cámaras por Internet, ya sabéis que soy un poco compulsivo, pero es que cuando me da por algo, me da, pero como suelo decir, ya que no fumo, algún vicio tengo que tener, y si además este vicio se convierte en mi profesión, mejor que mejor.
Ya he tirado el primer carrete con esta maravilla, y tengo que decir que me he sentido muy cómodo, no sólo por lo ligera que es, comparada con mi Canon 40D, sino porque me recuerda sensaciones ya olvidadas, su ligero tamaño la hace perfecta para caminar por la ciudad y robar retratos a los viandantes de la calle. Sorprende también su luminosidad (F 1'8), acostumbrado a objetivos no tan luminosos en las cámaras digitales y aparte enamora el sonido del espejo al hacer una foto. Si a todo eso le añado que en la tapa pone que es la cámara oficial del mundial 82, que más puedo pedir...
Del porque de la vuelta a lo analógico ya lo explicaré otro día.
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