jueves, 27 de enero de 2011

Historia de una naranja, que soñaba ser limón

Todos queremos cumplir nuestros sueños, algunos deseamos desafiar al destino y convertirnos en aquello que ansiamos ser, cueste el precio que cueste. El precio de esta naranja fueron tres euros y una cámara de usar y tirar caducada desde el 2006.
Creo que tras otra cámara desechable fallida, he perdido la esperanza en este tipo de cámaras caducadas, mi Canon 40D se ríe de mí cada vez que vuelvo del laboratorio, con semejante cara de panoli.

Por cierto, esta es de las pocas fotos medianamente aceptables de toda la cámara, y es que... para algunas si pesan los años.

domingo, 23 de enero de 2011

Energy Tablet

Aquí os dejo otro trabajo para Energy Sistem, presentando la nueva versión de la Tablet, que seguro que dará mucho que hablar.
Una vez más colaborando con Moana Producciones, donde trabajé como operador de cámara.

lunes, 17 de enero de 2011

Flashmob con Rafa Mendez



Aquí os dejo un trabajito que hice como uno de los cámaras que grabamos este Flashmob en la oficina de correos de Valencia.
Fue toda una aventura ya que tenía que parecer lo más improvisado posible, el momento cuando empezó a sonar la música y aparecimos con las cámaras fue brutal.

La vida te da sorpesas, sorpresas te da la vida...

Y vaya si las da. Creo que una de las mejores cosas que he hecho ha sido agenciarme un escaner Epson V500 photo. Lo tengo ya desde verano, pero torpe de mi, no sé como no se me había ocurrido utilizarlo para rescatar viejas fotos, lo compré con la intención de escanear los negativos que hago con las nuevas cámaras que tengo, ya sabéis que últimamente he sido abducido por el fenómeno Lomo y no había reparado en sumergirme en viajes al pasado como estos.
Yo antes solía ir cuando me iba de viaje con dos cámaras, una en color para llevarlo a revelar normal y otro en blanco y negro para revelarlo en el laboratorio en mi casa. Hasta ahí todo bien, sin embargo, el problema viene cuando empiezas a seleccionar las fotos que vas a positivar y descartas otras porque no te parecen interesantes o simplemente por falta de tiempo.
Con esos descartes piensas que ya los positivarás en otra ocasión pero lo cierto es que se quedan abandonados en el olvido mientras que tu fascinado te dedicas a ocupar gigas y gigas de espacio con los miles y miles de megapixeles de tu nueva y potente cámara digital.
Así me pasó, hasta que el otro día pensé en escanear todos esos negativos, fue un trabajo duro, pero ha merecido la pena recordar viejos tiempos en busca de luces.

lunes, 10 de enero de 2011

A caballo regalado no le mires el diente

Pues si, señores y señoras y es que después de estas fechas tan señaladas muchos aprovechareis para ir a cambiar esos regalos tan desafortunados de vuestros familiares y amigos invisibles. No es mi caso, se ve que me he portado muy bien y me ha llegado dos Agfas de lo más coquetas. Ya os hablaré de ellas.
Estos regalos no tienen nada que ver con la navidad, me vinieron meses antes, incluso una de ellas años antes, se trata de dos cámaras de fabricación española, que muchos de vosotros ya conoceréis, la Werlisa Club Color y la Werlisa Club 35.

Werlisa Club Color

Son cámaras que seguramente habrán formado parte de vuestra vida en algún momento, y es que... más allá de la tiranía propia de estos tiempos de Canon y Nikon, hubo una época mucho más feliz en el mundo de las cámaras analógicas en las que todas vivían en paz y respetandose en un mundo de colores desaturados y blancos y negros artísticos en el que vivian cámaras de diversidad de marcas de todos los paises, y entre ellos España... (como siempre, cuando me emociono, se me va la pinza).

Werlisa Club 35

El caso que como el titulo del blog indica, a caballo regalado no le mires el diente, y así hice yo cuando me las regalaron, las cargué y a probarlas sea dicho. La verdad que si alguna vez habéis tenido una de esta entre vuestras manos habréis comprobado que no tienen ningún misterio, tienen tres dibujitos, nube, sol y flash, lo adecuas a la escena, corres el carrete de 35mm y a disparar, vamos, todo un gusto para aquellos que no tienen ganas de pensar.

Werlisa Club Color

Las sensaciones con esta cámara fueron bastante buenas, sobre todo con la primera de ellas, la Club Color, con la que conseguí unos colores vivos y con cierto aire retro. La otra sin embargo, la Club 35 es otro cantar, es algo menos luminosa y me da la sensación de que se va un poco a los azules, independientemente de la temperatura de color que haya.

Werlisa Club 35

Pero bueno, como ya sabéis, no me dedico a criticar cámaras ya que la arbitrariedad de estas es lo que hace que esté tan contento cuando saco a pasear a estas pequeñas... iba a decir joyas, pero la verdad que vi a la Club 35 en la tienda de segunda mano por 1,50 €, aunque bueno, quién dijo que el valor de las cosas se media con números. Lo dicho, que son cámaras estupendas para sacarlas a pasear y captar el momento decisivo del que tanto hemos escuchado hablar.

Posdata: Este post tiene un mensaje encubierto que por si no lo habéis pillado dice; "muchachada, no tiréis las cámaras, dármelas a mi que yo sabré que hacer con ellas".

Aquí os dejo dos álbumes del Flickr con sendos carretes hechos con estas cámaras:
Werlisa Club 35

Werlisa Club Color

jueves, 6 de enero de 2011

Fotografía a su propio asesino

Aquí os dejo una historia que apareció en los periódicos estos días, la noticia me parece brutal, resulta que un filipino llamado Reinaldo Dagsa fotografió a su asesino instantes antes de que este le batiera a tiros. Reinaldo, fotógrafo de bodas local, estaba fotografiando a sus familiares durante la celebración del año nuevo.
Esta foto me parece brutal, me recuerda un poco por la instantaneidad del momento a la famosa de Robert Capa de muerte de un miliciano, aunque bueno, esta no es una entrada en el blog para analizar una foto sino para analizar estos tiempos locos en los que nos encontramos.

martes, 4 de enero de 2011

Jamie Livingston

Esta historia me ha llegado muy adentro, os quiero hablar de una persona llamada Jamie Livigston y cuya obra nos os puede dejar indiferente. Este fotógrafo se dedicó a hacer una foto cada día durante sus últimos 18 años de vida, hasta que murió como consecuencia de un cáncer.
Las últimas fotos en el hospital son conmovedoras.
Yo tenía pensado realizar un proyecto similar, aunque mucho más corto y sin tanta carga emotiva, obviamente, además, con la diferencia que sólo lo realizaría durante un año. No obstante al final lo he desestimado porque me quiero centrar en mi proyecto final y otros tantos que están por venir.
A ver si el año que viene me animo y tengo constancia, el año pasado lo intenté y me quedé en el 10 de Marzo, (eso sí, con la pesada Canon 40D) este me he quedado por el 2 de Enero, triste... en fin, aquí os dejo la obra de este artista.

Las fotos las realizó con una Polaroid SX70

http://photooftheday.hughcrawford.com/

lunes, 3 de enero de 2011

Siempre nos quedará París

El piano de Dooley Wilson nunca tocó una balada tan triste, todos sabíamos que era la última vez que Sam volvería a escuchar esa celebre frase salir de los labios humeantes de Bogart, pero esta vez sí, Sam la tocó por última vez.
Nadie pidió al caprichoso futuro que pintara nuestra retina de color y modernidad, nadie le pidió que se tragara el deseo de los que tanto han hecho por encender las luces de candilejas de nuestros sueños, nadie le pidió que diera cuerda al reloj voraz que todo se lo lleva, por un puñado de dolares.
Sin duda hoy ha muerto parte de mí, cuando salga a la calle, tendré esa extraña sensación de no saber muy bien a dónde ir, andaré sin rumbo hacía el ocaso, como el forajido al final de la película, intentando no tropezar con los títulos de crédito.
Hoy, desde el cielo llora Ingrid Bergman, Sergio Leone, Lee Van Cleef, Marlon Brando, Lopez Vazquez, Tony Curtis, Cary Grant, Audrey Hepbourn, John Wayne, Paul Newman... etc, etc. (Y por supuesto el bueno de Humphrey).
Gracias a Dios las buenas películas nunca mueren en el olvido y de hecho con el tiempo son mejores, como actor de reparto que fui, nunca olvidaré el gran papel que jugaron los actores principales de aquella película que fue el Videoclub Bogart, nunca las historias de humor absurdo que allí sucedieron, tampoco las de amor, que por haberlas las hubo, también y lamentablemente nunca olvidaré la última historia dramática que fue cuando escuché cerrar por última vez la persiana que tantas veces había visto abrir.
Mañana el Videoclub Bogart pasará a ser una tienda de regalos, seguramente con el tiempo acabará siendo un bazar chino o una frutería india, para algunos siempre será nuestro punto de reunión y nuestro consejo de sabios que nos ha visto crecer en los últimos doce años... en fin, siempre nos quedará París.